Las compañías pierden demasiado dinero cuando tienen que detener sistemas que ya estaban en producción para poder realizar diferentes ajustes y correcciones para mejorar su software.
Testear un sistema implica hacer una simulación para asegurarnos que el software funciona de forma eficiente. Los pasos incluyen:
Marcar el entorno
Desplegar casos de prueba
Enviar la información de los defectos e implementar pruebas de software automáticas que permitan ejecutar un mayor número de pruebas en menos tiempo e incrementar la cobertura de los tests
No hay una respuesta precisa a la pregunta de cuántas pruebas son suficientes, pero la cantidad y el tipo de pruebas dependen del tipo de proyecto, la experiencia de los desarrolladores o el tipo de aplicación.
No es lo mismo desarrollar un software con un fin médico que uno para administrar una empresa pequeña, para cada uno de estos escenarios se debe establecer una buena estrategia y plan de pruebas para testear. El dominio de la aplicación y el tiempo de respuesta que tenemos nos indica cómo es de crítico un bug y su nivel de importancia para que no llegue a producción.
Es por eso que en este blog te compartimos 3 buenas prácticas que debes tener en cuenta
Realiza un análisis de las pruebas: No dejes nada sin cubrir, crea escenarios que involucren la mayor cantidad de aspectos relacionados del sistema para entender mejor los requisitos, no olvidar la revisión periódica de los test y su adaptación durante el proceso o creación del software.
Planifica tiempos y define los recursos: Habiendo determinado el alcance y los objetivos del proyecto, el siguiente paso fundamental es definir los recursos que serán asignados al mismo. No realizar una distribución clara de los recursos es una de las formas más comunes en las que un proyecto de QA pueden llegar a no progresar más allá de la etapa inicial de planificación. Después de todo, si no está claro quiénes van a ser parte del equipo que trabajaran en el proyecto y cuánto tiempo de dedicación se invertirá en el mismo, el progreso se verá sin un rápido avance debido a que se hará foco en otras tareas no relacionadas a las pruebas del software que sí tengan prioridades claras y bien definidas.
Seleccionar la herramienta adecuada: La elección de la herramienta o de la prueba que se utilizará durante el proceso de QA es sin dudas una de las prácticas más importantes durante un proyecto de aseguramiento y control de calidad. Esta decisión puede llevar, tanto a que el proceso de testing finalice de acuerdo a lo planificado cumpliendo con los plazos pactados, como a no llegar a término.
Existe gran cantidad de pruebas que aseguran la calidad del software, pero dentro de estas opciones, debemos elegir aquellas que se ajusten mejor a los tiempos del proyecto, al alcance del mismo, así como la cobertura que se pretende alcanzar.
El proceso de pruebas es un proceso creativo y de mucho trabajo; es importante planificar qué se va a probar definiendo los escenarios y recursos que se van a trabajar.
En SQA prevenimos fallas y aseguramos la calidad del software
¿Te interesa saber más?
Programa ahora mismo una asesoría gratuita para tu empresa.