Un software que no garantiza una buena calidad presenta diversos riesgos para las empresas como la pérdida de clientes y la perdida de la confianza sobre el producto.
Cuando se desarrolla un software es necesario hacer una evaluación en las distintas fases del proceso de desarrollo para asegurar que el producto final sea de calidad.
Existen diferentes pruebas funcionales que permiten evaluar el software desde diversos enfoques con el objetivo de mitigar o evitar errores, consiguiendo así ahorrar dinero y tiempo durante el desarrollo de un proyecto.
Las pruebas se deben realizar para reducir el riesgo de fallas durante la ejecución del sistema y así aumentar la confianza de los usuarios. Un riesgo es la probabilidad de que ocurra un incidente, por eso se tienen que tomar medidas para saber que pruebas realizar al software y así asegurar la calidad evitando impactos negativos.
Las aplicaciones de software son desarrolladas e implementadas por seres humanos y por ende es posible que el producto contenga errores, esto es algo completamente normal debido a nuestra naturaleza, es imposible pronosticar todas las combinaciones de entradas en un software y por esto en ocasiones se generan errores en la construcción del mismo. Si esos errores no se detectan y se corrigen oportunamente, éste podrá causar demoras o perdidas de dinero y tiempo en las organizaciones, lo cual genera reprocesos en las compañías, es por esto que los problemas deben ser identificados antes de que ocurran en un entorno crítico por medio de las pruebas de software.
Existen diferentes pruebas con las que puedes asegurar la funcionalidad, el rendimiento y la experiencia del usuario. Ya sea que realices tus pruebas manualmente o a través de la automatización.
Aunque cada tipo de prueba parece una tarea independiente, puedes combinarlas de forma inteligente para lograr una mayor calidad del producto.
En conclusión, los defectos del software pueden dañar la reputación de una marca, y generar frustración en los clientes o .
Evita que esto le pase a tu compañía de la mano con los expertos de SQA.